conocieran una reserva natural de nuestro pais, el viaje hacia la
bahia fue el mismo de siempre: largo, caluroso, incomodo pero al menos
esta vez fue entretenido debido a la compa~ia.
Cuando llegamos la pasamos bien acostados sobre las piedras que a
pesar de cualquier previcion resultaron ser muy comodas, e
inesperadamente frias. Las mujeres disfrutaron mucho de todo ello,
Sharina y Losty jugaron con las olas y las piedras, mientras que Karla
y yo nos potramos alli y Jorge movia piedras.
Al momento de volver nos perdimos algunos minutos buscando el camino
de regreso, esto por que al ser un sitio inhospito, quasi-virgen no
existe ninguna se~alizacion, pero luego de caminar unos 500m en ambas
direcciones encontramos la entrada y pudimos emprender el divertido
camino otra vez (esta vez lo atravesamos en 20mins, la mitad del
tiempo, para aquellos que no creen en la adrenalina) esta vez no hubo
quejas en todo el camino solo caminas arduas.
Al volver fuimos a comer de las deliciosas empanadas El Meneo las
cuales les gustaron mucho a las mujeres y justo acabando temblo
ligeramente la tierra, a partir de ahi el pueblo no recuperaria su
ritmo jamas ese dia: todos salieron a de una u otra forma explicar las
trivialidades que realizan mientras temblaba y como se dieron cuenta,
algunos continuaron el coro y lo transformaron una juntadera.
Cuando fuimos a dejar a Karla, Sharina y Losty vimos en la noticias
que el epicentro fue en Puerto Principe y que se habia caido un
Hospital. Lamentable tragedia para el estado haitiano uno o quizas el
mas pobre de la region y como vecino nuestro nos traera una que otra
responsabilidad moral.
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